Para complementar la pensión de jubilación, no es necesario depender exclusivamente de un plan de pensiones, ya que, en la actualidad, estos productos no son la mejor opción para un gran porcentaje de españoles, debido a su fiscalidad.
El Plan de Pensiones ha sido muy popular últimamente como una manera de invertir dinero y tener más ingresos cuando dejes de trabajar. Pero ha ido cambiando y ahora es más útil, solo, para personas que tienen rentas anuales superiores 65,000 euros para que obtengan un equilibrio entre desgravación y tributación. Esto hace que no sea tan atractivo para quienes ganan sueldos medios o bajos. Para ellos, es más aconsejable ahorrar en un PIAS.
En este artículo, os hablo sobre qué es exactamente un plan de pensiones, los diferentes tipos que hay y cómo funcionan. También vamos a explicar por qué estos cambios han hecho que sean más o menos útiles para distintos perfiles financieros.
¿Qué es un plan de pensiones?
Un Plan de Pensiones no es realmente un seguro, sino un fondo de inversión con una estructura similar a un seguro de ahorro orientado a la jubilación. Los inversores o partícipes realizan aportaciones periódicas para disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación. Estos planes se enmarcan en la categoría de Fondos de Pensiones, donde las gestoras invierten los fondos en renta variable o renta fija, aunque sin una garantía inicial de rentabilidad.
Tipos de planes de pensiones
Existen diferentes tipos de planes de pensiones, cada uno con características particulares que se adaptan a las necesidades y preferencias de los ahorradores. Los principales tipos de planes de pensiones son:
Plan de pensión individual (PPI):
El Plan de pensión individual, como su nombre indica, es un plan contratado de forma individual por una persona para asegurar su futuro económico durante la jubilación. Cualquier individuo puede abrir un PPI por cuenta propia, sin necesidad de tener una relación laboral con una empresa específica. Este tipo de plan brinda una mayor flexibilidad y control al titular, ya que puede elegir la entidad gestora, la estrategia de inversión y las aportaciones que desee realizar, siempre que se respeten los límites establecidos por la legislación fiscal.
Características principales del PPI:
Contratación individual: Cada persona puede abrir su propio PPI de forma independiente.
Flexibilidad en las aportaciones: El titular puede decidir la frecuencia y el monto de las aportaciones.
Portabilidad: Permite cambiar de entidad gestora o traspasar el plan sin perder las ventajas fiscales acumuladas.
Beneficiarios designados: El titular puede elegir a sus beneficiarios en caso de fallecimiento.
Plan de Pensiones de Empresa (Planes de pensiones colectivos o planes de pensiones de empleo):
El Plan de Pensiones de Empresa es un plan creado y gestionado por una empresa para ofrecer beneficios de jubilación a sus empleados. El promotor del plan es la empresa empleadora, y los empleados pueden participar en el plan de forma voluntaria o, en algunos casos, como parte de un acuerdo colectivo o convenio laboral. Este tipo de plan suele ofrecer incentivos para fomentar la participación de los empleados y mejorar su seguridad financiera durante la jubilación.
Características principales del plan de pensiones de empresa:
Contratación colectiva: El plan es creado por la empresa y ofrecido a sus empleados.
Aportaciones conjuntas: Tanto el empleado como la empresa pueden realizar aportaciones al plan.
Gestión centralizada: La empresa selecciona la entidad gestora y define la estrategia de inversión.
Beneficios adicionales: Algunas empresas pueden ofrecer aportaciones adicionales como incentivo para los empleados.
Plan de previsión asegurada (PPA):
El plan de previsión asegurada (PPA) es un producto de seguro de vida de ahorro a largo plazo ofrecido por compañías de seguros. Se caracteriza por garantizar un tipo de interés mínimo y el capital invertido, lo que proporciona una mayor seguridad en términos de protección del capital. El PPA suele ser más conservador en sus inversiones, centrándose en activos de renta fija. Al igual que los planes de pensiones Individuales, los PPAs también ofrecen ventajas fiscales para las aportaciones realizadas.
Características Destacadas del plan de previsión asegurada (PPA):
- Garantía de capital: El PPA ofrece una garantía de capital y un tipo de interés mínimo.
- Tributación al rescatar: Las prestaciones recibidas tributan según las condiciones establecidas por la legislación fiscal.
- Menor flexibilidad: El PPA puede tener menos opciones de inversión en comparación con los planes de pensiones individuales.
Es importante señalar que, debido a la escasa educación financiera en España, muchos inversores conservadores optan por un PPA. Sin embargo, este producto, destinado para el largo plazo, puede llevar a una pérdida de poder adquisitivo debido al efecto de la inflación.
Originalmente, el PPA fue creado como una opción para traspasar el capital de un Plan de Pensiones Individual (PPI) con antelación a rescatarlo, asegurando así el capital acumulado y protegiéndolo de posibles bajadas de rentabilidad causadas por la volatilidad del fondo. No obstante, muchas entidades financieras han vendido el PPA como un plan de ahorro para la jubilación sin explicar adecuadamente el riesgo asociado y la posibilidad de no alcanzar un capital suficiente para la jubilación. De hecho, en consultoría, me encuentro con muchas personas que tienen un plan de pensiones, pero desconocen si es un PPI o un PPA.
Máximo de aportaciones a planes
En el caso de los PPI y PPA las aportaciones no pueden superar los 1500€
En el caso de los planes colectivos se puede aportar hasta 8500.
El objetivo es que entre ambas aportaciones se pueda alcanzar la cifra de 10.000 euros al año.
Cómo desgravan los planes de pensiones
Las aportaciones que se realizan a un plan de pensiones durante el año pueden desgravarse en la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, existen límites para estas desgravaciones. En general, se desgravan de la base imponible del IRPF hasta la menor de las siguientes cantidades: 2,000 € o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.
Por ejemplo, si una persona gana 30,000 € al año y su base imponible es de 25,000 €, al realizar una aportación máxima de 1,500 € al plan de pensiones, solo tributará por 23,500 €. Sin embargo, al rescatar el plan en el futuro, las aportaciones y las plusvalías tributarán como rendimiento del trabajo, lo que puede afectar el «ahorro fiscal» inicialmente previsto.
Fiscalidad de los planes de pensiones
Una desventaja significativa de los planes de pensiones es su tributación como Rentas de Trabajo desde la perspectiva del estado. Esto significa que tanto las aportaciones realizadas como las ganancias obtenidas se consideran ingresos similares a las ganancias laborales.
Los planes de pensiones y los PPAs están sujetos a tributación en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) como rendimientos del trabajo al momento de rescatarlo. Esta regla se aplica sin importar la razón del cobro, incluso en el caso de fallecimiento (los herederos también están sujetos al mismo impuesto) o en situaciones excepcionales de liquidez.
La tributación de las prestaciones de planes de pensiones y PPAs sigue una escala progresiva basada en los ingresos del beneficiario en el año que se rescate. A continuación, se detallan los tramos de tributación aplicables en el IRPF para el ejercicio fiscal 2023 en España:
Hasta 12.450 euros: 19%
De 12.451 a 20.200 euros: 24%
De 20.201 a 35.200 euros: 30%
De 35.201 a 60.000 euros: 37%
De 60.001 a 300.000 euros: 45%
Más de 300.000 euros: 47%
Es importante tener en cuenta que estos tramos pueden estar sujetos a modificaciones en función de las políticas fiscales vigentes en cada ejercicio fiscal. En consecuencia, la tributación final puede variar según la legislación fiscal vigente en el momento de rescatarlo.
Liquidez del plan de pensiones
Los planes de pensiones están diseñados para el largo plazo y, generalmente, se rescatan el día de la jubilación para complementar los ingresos de la pensión. Sin embargo, existen casos en los que se puede rescatar de manera anticipada por motivos como invalidez laboral, enfermedad grave, muerte del titular, desempleo, pasados 10 años, entre otros.
La nueva ley para rescatar los planes de pensiones establece que, a partir de 2025, se podrán recuperar las aportaciones y rendimientos generados por planes de pensiones que tengan al menos diez años de antigüedad.
Retiro del plan de pensiones
El rescate del plan de pensiones puede realizarse de diferentes maneras: en forma de capital, recuperando todo el dinero de golpe; en forma de renta, cobrando una cantidad periódica; o de forma mixta, combinando ambas opciones. También existe la posibilidad de un rescate en forma de renta vitalicia, donde se llega a un acuerdo con la entidad para distribuir el dinero en los años hasta el fallecimiento.
A partir de este año, una novedad significativa se presenta para los autónomos que opten por jubilarse y decidan recuperar sus aportaciones realizadas a planes de pensiones anteriores a 2007. En esta nueva dinámica, podrán aprovechar un beneficio fiscal consistente en una deducción del 40% en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) durante los tres años subsiguientes al inicio del proceso de rescate de sus ahorros. Sin embargo, esta ventaja está condicionada a la posesión de más de un plan de pensiones que cumpla con los requisitos estipulados.
Traspasos
Los tres tipos de planes de pensiones son transferibles entre sí, pero no es posible traspasarlos a otros productos de ahorro.
Una pregunta frecuente que recibo es si se puede transferir el dinero de un Plan de Pensiones (PP) a un Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS) o cualquier otro tipo de plan de ahorro. La respuesta es No, debido a las diferencias en su tributación. En el caso de los PIAS y los planes de ahorro, la fiscalidad se trata como rendimientos de capital mobiliario.
En el caso del Plan de Pensiones Individual (PPI), es recomendable comparar las condiciones y beneficios con otros planes y considerar el traspaso para conseguir mejor rentabilidad. Y el caso de tener PPA, si todavía faltan varios años para la jubilación, traspasarlo a un PPI para conseguir beneficios y vencer a la inflación.
Consideraciones adicionales
En conclusión, los planes de pensiones han experimentado modificaciones que han limitado sus ventajas, convirtiéndolos en una opción más conveniente para personas con rentas altas. Mi recomendación para aquellos que obtienen rentas altas es realizar aportaciones a planes de pensiones hasta el límite de 1500 € y, a partir de ahí, considerar la opción de ahorrar en un PIAS de renta variable. Los PIAS son un vehículo fiscal que ofrece exención de impuestos y resulta más adecuado para inversores en esa situación.
En cualquier caso, es importante buscar asesoría financiera para tomar decisiones informadas y adaptadas a cada situación individual, maximizando los beneficios de estos productos de ahorro e inversión a largo plazo.