Aprender a gestionar el dinero no es solo para las personas que viven una situación económica en la que no llegan a fin de mes. Por el contrario, el éxito de las personas adineradas radica en que saben cómo administrar el dinero:
Su propósito principal es ahorrar e invertir;
Diseñan un presupuesto y se ciñen a él; y
Tienen metas financieras específicas.
Por tanto, el primer mito que tienes que derribar es que la administración del dinero es para tiempos de crisis. La gestión del dinero es para todas las personas que tienen dinero sin importar cuánto ganan o cuál es su situación financiera.
El segundo mito para echar por la borda es que la economía del país o del mundo es la culpable de tus finanzas.
La verdad es que tú controlas tu dinero:
¿En qué lo gastas?
¿En qué lo inviertes?
¿Piensas solo en el corto plazo?
¿Planificas tus proyectos financieros?
Por ejemplo, si prefieres tomar café fuera todos los días, al mes, gastas más de 100 €. Entonces, los 100 € que te faltan a fin de mes no son culpa de la economía externa. Fue tu decisión tomar café fuera.
Y el tercer mito es que los problemas de dinero se solucionan con más dinero. Si fuera cierto, quienes ganan el gordo de la lotería vivirían bien el resto de su vida. Pero está comprobado que su felicidad financiera dura menos de 10 años porque no ahorran ni invierten; solo gastan.
El punto crucial para la buena administración del dinero es el patrón del dinero:
¿Lo ves como algo que hay que gastar?
O ¿lo consideras una herramienta para ganar estabilidad y hacer realidad tus sueños?
Primer paso para administrar el dinero y tener finanzas saneadas
Como se trata de un patrón, modifícalo.
Lo más probable es que veas el dinero así:
Ingreso → gasto → ahorro
Ingreso → gasto → 0 €
Transfórmalo:
Ingreso → ahorro → gasto
En otras palabras, haz que el ahorro sea tu objetivo principal. Pero descuida, puedes darte gusto durante el mes. Solo tienes que organizar tus finanzas para asegurar tu futuro.
Para ello, crea un presupuesto en este orden:
Ahorra el 10 % de tus ingresos.
Destina el 5 % al fondo de emergencia.
Usa el 60 % en tus gastos y necesidades.
Invierte el 5 % en actividades de formación para ampliar tus conocimientos.
Destina el 15 % a la diversión.
Dona el 5 %.
De esta manera, si tus ingresos mensuales son de 2000 €, cada mes ahorras 200 €. No está mal, ¿verdad?
Y estos 200 € te darán independencia financiera futura: podrás jubilarte antes de lo previsto y con una suma que te permita disfrutar la vida sin trabajar.
Adapta a tu situación personal los apartados y la distribución de los porcentajes.
Aprende a hacer un presupuesto efectivo.
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El presupuesto es tu herramienta número uno para:
Priorizar tus gastos y que el dinero no desaparezca en caprichos o malas decisiones.
Prepararte para los imprevistos, de tal forma que, si llegasen a ocurrir, tú tienes tranquilidad porque tienes dinero.
Reducir o eliminar tus deudas.
Y, si lo sigues al pie de la letra, puedes elevar tu calidad de vida: además de pagar la hipoteca o destinar dinero para tu jubilación, puedes tener dinero para las vacaciones y los viajes.
Segundo paso: optimiza tus finanzas
Ahora que tienes un patrón del dinero adecuado (ves el dinero como una herramienta para tener tranquilidad y cumplir tus metas) y ahorras, es momento de reducir tus gastos sin ser tacaño.
La reducción de tus gastos y la tacañería nada tienen que ver.
Cuando eres tacaño, no quieres gastar ni un euro. Vives amargado.
Cuando ahorras, organizas tus finanzas para que tu dinero alcance para lo que quieres y lo que te gusta.
Para ahorrar y reducir los gastos implementa estos hábitos:
Planifica tus compras. En lugar de ir al súper a ver qué hay, ve directo a lo que necesitas.
Compra las cantidades necesarias. No compres de más.
Compara calidad y precio. Si compras una prenda de vestir por 10 € y es de mala calidad, al siguiente mes, comprarás otra, y, al siguiente, otra. Habrás gastado 30 € en tres meses. En su lugar, podrías haber comprado otra prenda por 30 € y te dura más de seis meses.
Reduce el consumo de energía y otros suministros de la vivienda. Por ejemplo, cierra el grifo mientras te lavas las manos. Ahorras 12 litros de agua por minuto.
Reutiliza las bolsas de plástico. Puedes usarlas como bolsas de basura.
Y, cuando compres, pregúntate: ¿qué pasa si no lo compro? Así, evitas salir del centro comercial con decenas de bolsas y transformas el consumo innecesario en consumo inteligente.
Tercer paso: ahorra e invierte
El ahorro ya está en tu presupuesto, y cambiaste la mentalidad “gasto mis ingresos” a “primero ahorro y, luego, gasto”. De esta manera, te adueñas de tu presente y controlas tu futuro, y haces que lo poco de hoy se convierta en un monto atractivo mañana.
Ahorras para:
Invertir.
No tener preocupaciones si hay un imprevisto.
Cumplir tus metas financieras: viajar, educar a tus hijos, pagar la hipoteca, cambiar de coche o jubilarte.
Pero para que el ahorro sea inteligente, inviértelo. Tener el dinero en la hucha del cerdito solo te trae pérdidas. Necesitas productos de inversión para multiplicar tu dinero.
Aprende cómo elegir un producto financiero de ahorro y las 7 claves para no perder tu dinero. O puedes reservar una cita gratuita conmigo.
Cuarto paso: marca objetivos financieros específicos
No es lo mismo “quiero ahorrar” que “quiero ahorrar 10 000 € para cambiar mi coche en cinco años”. Cuanto más específico tu objetivo, más fácil cumplirlo, porque ves la diana (sabes dónde apuntar).
Tus objetivos financieros marcan tu planificación financiera, que es la base de la salud de tus finanzas personales. Se trata de una hoja de ruta para cumplir tus objetivos y con ella ganas libertad porque decides qué camino tomar y no dependes de las circunstancias.
Diseña tu planificación financiera:
Establece tus objetivos.
Organiza tus objetivos en objetivos de corto plazo, objetivos de medio plazo y objetivos de largo plazo.
Analiza tu situación financiera actual: qué deudas tienes, cuáles son tus ingresos y cuál es tu ahorro.
Define un presupuesto.
Organiza los objetivos financieros del más relevante para ti al menos relevante.
Escoge el producto financiero que te permite lograr tu objetivo financiero.
Diseña tu planificación financiera con este paso a paso u obtenla aquí.
Quinto paso: simplifica
En otras palabras, reduce los gastos innecesarios y actúa de una forma sencilla.
Carlos gana 55 000 € al año y su fondo de emergencia es de 1000 €. Su hipoteca es alta, y aún le queda por amortizar 330 000 €. Además, tiene un préstamo personal para el coche de 30 000 € y de los pagos a plazos de la tarjeta de crédito debe 6000 €.
Carlos siente que el dinero no le alcanza, que necesita más dinero, y no se siente satisfecho.
Luis gana 28 000 € al año y tiene un fondo de emergencia de 10 000 €. No tiene préstamos personales ni tarjetas de crédito. Su hipoteca es baja, y le queda por amortizar 75 000 €. Además, invierte a largo plazo: su producto le dará 52 000 €.
Luis siente que el dinero le alcanza y se siente satisfecho.
Aunque Carlos gana más, administra peor su dinero y no simplifica sus finanzas personales porque tiene consumos innecesarios y ve en el crédito su mejor opción.
Luis gana menos, pero administra mejor su dinero. Simplifica sus finanzas personales: piensa en objetivos de largo plazo y consume de forma inteligente.
Luis está más cerca de la independencia financiera, pese a que gana menos que Carlos. Esta es la clave de la simplificación financiera.
Administra tu dinero para que no sientas que te falta el dinero
Tener dinero no va de ganar mucho o poco, sino de saber administrarlo y de usarlo como una herramienta para alcanzar la vida que queremos.
Además de los cuatro pasos que has leído, implementa estas 10 tácticas para gestionar bien tu dinero y tener la vida que quieres:
Aprende sobre finanzas personales.
Actúa para beneficiarte en el medio plazo y en el largo.
Destina dinero para el ahorro y el fondo de emergencia.
No gastes más de lo que ganas.
No uses las tarjetas de crédito.
Lleva un control de tus gastos, y busca reducirlos.
No compres productos o servicios por moda, tendencia ni impulso.
Vive con objetivos financieros a la vista.
Protege tu presente y asegura tu futuro.
Apóyate en profesionales imparciales y éticos que te ayuden con tus finanzas personales o familiares.
¿Quieres mejorar tus finanzas personales? Reserva ya una cita gratuita conmigo.